Mirrorless

Una cámara mirrorless o cámara CSC (de sus siglas en inglés Compact System Cameras)  es aquella que no dispone de visor óptico, de manera que al desviarla, la luz llega directamente al sensor, sin nada que pueda interferir. Al trabajar directamente con lo que capta el sensor, se usa un enfoque por contraste, es decir,  se  analizan las diferencias de luz en la escena. Además, al no incluir espejo, disminuyen las trepidaciones y se gana en estabilidad.

La principal diferencia entre una cámara reflex y una sin espejo se encuentra en el tipo de visor. Así, una cámara reflex funciona a través de un sistema en el que la luz que entra a través del objetivo se refleja en el espejo y llega hasta un visor óptico, de manera que al mirar por el visor, se percibe la realidad tal y como es y, por tanto, con la iluminación que hay en ese momento. Por el contrario, una cámara mirrorless no incluye espejo y, por ello, no se refleja la luz desde el objetivo hasta al visor, motivo por el cual este tipo de cámara tiene un visor digital, o lo que es lo mismo, una pantalla pequeña. 

A la hora de elegir entre una cámara mirrorless o una reflex para vídeo es necesario analizar el uso que le vamos a dar y elegir por la que proporcione las mejores prestaciones de uso.  

Así, en una cámara reflex solo se puede ver a través del live view, es decir, con la iluminación del momento. Por ello, en situaciones en las que hay mucha luz en el entorno esto puede ser un problema y llevar a una visionado de mala calidad. Esto no sucede con una cámara mirrorless, donde la luz llega directamente al sensor. 

Asimismo, la cámara mirrorless suele ser mucho más ligera y dispone de un sistema de estabilización en el cuerpo, lo que ayuda a evitar las trepidaciones. Además, este tipos de cámaras disponen de un full frame, lo que puede ser una ventaja según el tipo de vídeo que se vaya a hacer.